Allá por 1998, si no es que antes, una estudiante poco sociable y lectora ocasional descubrió que podía poner por escrito algunas de las locuras que se le pasaban por la mente. Como resultado de varios años de escribir cualquier cosa, terminar algunas historias en su cabeza y otras en papel, y aceptar su adicción por lo ficticio, se convirtió en una "aspirante a escritora".
Se presentó como escritora un par de veces, no sin cierta culpa de por medio, y empezó a perseguir a compañeros de colegio y familiares para que leyeran una página o un relato. Finalmente descubrió los foros literarios y los blogs, con lo que las persecuciones de lectores dieron un cambiazo.
Un buen día fue reclutada, como varios antes y después de ella, para colaborar con ¡No Lo Leas! y en cuestión de meses pasó de "aspirante a escritora" a "eterna novata".
Insegura y terca, tímida y de muchas -confusas- palabras, todavía adicta a las historias, intenta en cada nueva publicación mejorar su redacción, describir a sus personajes como se merecen y superar la barrera de los catorce capítulos.
Obras concluidas:
En curso: